martes, 10 de febrero de 2015

edificios

los pensamientos se construyen como grandes edificios,
aquel cimiento que le otorga el aspecto rígido a nuestra idea se origina de nuestras propias convicciones que no por esto son menos ilusiones.
parece tan firme cada parte de esta construcción, cada ladrillo unido tan firmemente por lo que creemos que es.
cada viga tan definida, por nuestra propia visión de las cosas.
Pero hasta el material más duro es capaz de ser quebrado
por lo que cada pensamiento, aunque esté demasiado incrustado en nuestro consciente, es capaz de ser desterrado, modificado y olvidado.
porque un día simplemente nos despertamos y nos damos cuenta de que aquello en lo habíamos gastado la mitad de nuestro tiempo, ya no existe, porque algo demasiado pequeño hizo que cambiáramos de parecer. pero que terrible suena crear edificios sobre suelos tan endebles. Y acaso no suena peor señalar que creamos grandes suposiciones que pasan a ser razones, de cosas que solo son "casi posibles". es decir, creamos un GRAN pensamiento de algo que no es tan certero como para verter toda nuestra seguridad en ello.
nos afirmamos de algo tan pequeño para crear algo tan grande que cuando lo primero falla, el mundo se nos viene abajo.
Aseguramos tantas cosas que no tenemos manera de comprobar y nos damos cuenta de que es una posible perdida de tiempo cuando nos desengañamos a nosotros mismos sobre un pensamiento que luego nos arrepentimos de haber tenido.
pero, no es malo. porque para construir hay que destruir y tal vez de esa manera se comienza a pensar diferente. viendo que todos los materiales son capaces de corromper, presenciando que por más convencidos que estemos de algo esto puede cambiar de un segundo a otro, en cuestión de segundo vemos lo que nos hemos negado a ver y comenzamos a despertar.
porque uno también puede pensar dormido y decidir de igual forma.
uno actúa de manera aleatoria con respecto a nuestros pensamientos, un día puede ser que sí y ese mismo día a la otra semana, puede ser no.
Las personas solemos ser muy cambiantes, un día podemos estar totalmente seguros de algo y al otro negarlo rotundamente, pero tampoco se supone que seamos circulares que repitamos los mismos acontecimientos de manera exacta cada vez que ocurran, la perspectiva va cambiando, la gente mira desde distintos puntos. al final no somos los únicos que cambian, el clima también lo hace, las hojas de los árboles se caen, las nubes de vez en cuando se tornan grises, la nieve no siempre es tan blanca y la gente no tiene porque pensar de la misma manera todos los días.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy inspirador ojala mas gente lo pudiera ver muy buen trabajo!