domingo, 10 de julio de 2016

Frágil

Existe una infinidad de cosas frágiles, pueden algunas de estas las hojas de los árboles, las páginas de nuestro libro preferido, el diseño que deja la lluvia en nuestra ventana, la silueta de la arena, las alas de una maripos, etc. Aún así, creo que lo más delicado que existe, se encuentra en nuestro interior. Tal vez por eso fuimos diseñados con varias capas protectoras y a la vez con tantos puentes  que van desde lo más profundo hasta lo más externo, que de manera discreta irradian interioridad. Estos enlaces son pequeñas puertas, que silenciosamente invitan al resto a entrar, dejándonos por instantes al descubierto. Sé que con el tiempo, nos hemos perfeccionado construyendo altísimas murallas, para protegernos, con la intención de que nadie nos lastime, lo que nos "ayuda" solo esporádicamente, ya que no existe quien se libre de estos nexos conectores entre lo oculto y lo visible que separa nuestra piel. ¿De qué tanto sirve esta coraza si tan solo con un par de palabras todo parece derrumbarse?, ¿qué tan firme debe ser nuestro fuerte para no llegar a sentir nada?. Creo que tal vez, esta piel, no ha sido diseñada para protegernos, o al menos esa no es su única función, sino más bien, para separar, aquello tangible de lo intangible, aquella esencia externa de la interna, que tras descubrir la conexión que las une, se transforman en una sola y desde ese momento, podemos apreciar realmente a quién estamos observando. 

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