sábado, 25 de diciembre de 2021

Reino de los cielos

 No soy de rezar ni ir a misa los domingos, excepto cuando se trata de mi perro, el que se murió hace un par de días y todavía no lo creo. A él si le rezo y es que pienso en su carita, ojitos y me dan ganas de pedirle a diosito cualquiera de las cosas que dicen que el podría darle.

Entonces si, en esos casos me pongo cristiana y le hago procesiones, peregrinajes y oraciones. Cruzó mis manos y le pido al de arriba por mi perro y le cuento de la tumba que le hice para que no crean que fue malo, sino muy bueno. Le puse sus adornos de tres en tres para respetar la santa Trinidad y lo puse de espalda al mar para no ofender a los muertos. Lo tapamos con mantos y tierra, como alfinal del vía crucis y para el domingo ya se habían enraizado las flores que le puse a principio de semana.

No voy a la iglesia, ni menos a misa los domingos, no me persino alfrente del cementerio, porque nunca ha sido lo mío, pero si le prendo velas a mi perrito y le escribí su nombre encima de la tierra para que no me lo confundan con otro en el cielo y así le den unas buenas alas para que no pierda la costumbre de andar contento.

No soy católica ni menos creo realmente en el reino de los cielos, pero si pudiese darle algún lugar a mi amigo, compañero, quisiera que estuviese cerca del universo, donde no alcanza la vista, donde casi no se ve el suelo, lejos de nosotros, los humanos, quienes jamás mereceremos realmente la amistad de un perro.

No hay comentarios: